top of page

Resequedad Ocular o Síndrome de Ojo Seco

Las lágrimas humectan, lubrican y nutren la superficie ocular.

Son producidas continuamente por las glándulas lagrimales, pero, en algunas personas, por diversas razones disminuyen en cantidad o calidad o ambas provocando resequedad, ardor, enrojecimiento, fluctuaciones en su visión, sensación de arenas en los ojos y paradójicamente, lagrimeo.

Hay diversos grados de resequedad ocular, desde leve hasta muy severa. Se presenta a cualquier edad, pero es más frecuente después de los 40 años y sobre todo, en mujeres.

 Puede ocurrir a consecuencia de factores ambientales como el smog, el uso de computadoras, tablets y celulares, exposición al viento, el sol y el polvo. Cambios hormonales en mujeres en o alrededor de la menopausia, parálisis facial, artritis reumatoide (Síndrome de Sjögren) y otras.

El oftalmólogo realiza varias pruebas en el consultorio para determinar el grado y tipo de deficiencia lagrimal que presenta cada paciente e indicar el tratamiento más adecuado en cada caso en particular. El uso de anteojos con o sin graduación, ayuda a disminuir la evaporación de las lágrimas.

bottom of page